Homenaje a Los Prisioneros en el Liceo Andrés Bello

Fuente Imagen: Los Prisioneros Instagram

El Liceo Andrés Bello en San Miguel, Santiago, inauguró una placa conmemorativa en honor a Los Prisioneros. Esta ceremonia celebra la conexión entre los icónicos músicos y su alma mater.

Los Inicios de Los Prisioneros en el Liceo Andrés Bello

En marzo de 1979, Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea comenzaron su primer año de enseñanza media en el Liceo 6 de San Miguel, hoy conocido como Liceo Andrés Bello. Aunque en ese momento no anticipaban el impacto global que alcanzarían como Los Prisioneros, su amor por la música y su admiración por bandas como Kiss sentaron las bases para una amistad duradera y creativa.

La química entre los futuros miembros de Los Prisioneros se tradujo en las primeras intentonas musicales, desde su bautizo inicial como Los Pseudopillos hasta las primeras tocatas. Estos momentos iniciales fueron el preludio de una carrera que los llevaría a la inmortalidad en el mundo de la música.

El Homenaje al Legado Musical

Para rendir tributo a estos años formativos, el Liceo Andrés Bello decidió honrar a González, Narea y Tapia con una placa conmemorativa. La ceremonia, celebrada el 9 de septiembre, contó con la presencia de autoridades locales, miembros de la Corporación Cultural de San Miguel y Claudio Narea, quien se mostró emocionado por el homenaje.

La placa, ubicada en uno de los accesos del liceo, lleva la inscripción: “Esta placa conmemorativa celebra el legado musical de Los Prisioneros que comenzó aquí en el Liceo Andrés Bello”. Además, rinde homenaje a Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia por su significativa contribución a la historia musical de Chile y América Latina.

Reflexiones de Claudio Narea

En el evento, Claudio Narea compartió su experiencia y reflexionó sobre el impacto que tuvo el liceo en su vida y carrera. “He ido a muchos lados. Todo eso que aprendí junto a los muchachos, Jorge y Miguel, nació aquí en este liceo”, comentó Narea. “Eso significa que cualquiera que esté con ganas de hacer lo que sea, música o lo que sea, con ganas se puede lograr.”

Narea subrayó que, a pesar de la falta de apoyo en sus inicios, la perseverancia y la pasión por la música fueron fundamentales para alcanzar el éxito. “En la medida que uno va haciendo las cosas, van sucediendo otras cosas”, añadió. Su mensaje de aliento se dirigió a los jóvenes presentes, inspirándolos a perseguir sus sueños con determinación.

Impacto Cultural y Musical

El homenaje en el Liceo Andrés Bello no solo celebra el pasado, sino que también destaca el impacto cultural y musical de Los Prisioneros. La banda, formada en sus días escolares, dejó una marca indeleble en la música latinoamericana. Su influencia perdura y sigue inspirando a nuevas generaciones.

La placa conmemorativa se erige como un recordatorio tangible de cómo los sueños y la pasión por la música pueden comenzar en lugares inesperados y alcanzar grandes alturas.

Conclusión

El evento en el Liceo Andrés Bello subraya la importancia de reconocer y celebrar los orígenes de los grandes talentos. El legado de Los Prisioneros, iniciado en esos pasillos y aulas, sigue vivo y resonando en el corazón de sus admiradores. El homenaje no solo honra a los músicos, sino que también inspira a los jóvenes a seguir sus propios caminos con pasión y dedicación.

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